Ortzadar, ekialdetik kantuz eta doinuz 

Ortzadar ha reeditado dos discos descatalogados que se grabaron en 1976 y 1979 por Ortzadar Kantari Taldea.

La productora Elkar ha remasterizado y reeditado estas grabaciones en formato USB que incluye los dos discos y un pdf explicativo. El USB se podrá adquirir a un precio de 7€ solicitando una copia en este formulario

https://forms.gle/tgu4uC5gbo9zKaB9A

 

Ortzadar, ekialdetik kantuz eta doinuz

El proyecto Ortzadar nació en Iruñea en 1974 bajo la denominación Ortzadar Euskal Dantzari eta Kantari Taldea, con el objetivo de investigar, recuperar y divulgar en el campo de la danza y música tradicionales vascas. El grupo de canción cesó en su actividad a comienzos de la pasada década de los ochenta.

La celebración del 50 aniversario de Ortzadar ha propiciado la reedición de estas dos grabaciones, que los miembros del grupo de canción materializamos en los años 1976 y 1979 con la discográfica donostiarra Artezi. Ambos trabajos, editados como elepés y desde  hace tiempo descatalogados, vinieron a complementar años de actuaciones —conciertos, se diría ahora— en directo.

Nuestra aportación consistió en recrear y divulgar algunos frutos de una enorme cosecha musical, que desarrollada y transmitida oralmente a través de los siglos fue rescatada, muchas veces in extremis, por los grandes investigadores del folclore vasco de los siglos XIX y XX. Jean Salaberry, Charles Bordes, Julien Vinson, Resurrección María de Azkue, Aita Donostia, Manuel Lekuona y Jorge de Riezu, entre otros, llevaron al papel pautado el tesoro de la tradición popular. Sus cancioneros fueron nuestra fuente y alimento.

En aquellos intensos años setenta todavía pudimos aprender, sorprendidos y emocionados, de genios de la música y poesía populares de nuestro país, como el suletino Pierre Bordaçarre “Etxahun-Iruri”, el altonavarro Maurizio Elizalde, el bajonavarro Fernando Aire “Xalbador” o la vizcaína Maurizia Aldeiturriaga. Vivencias en Irlanda y el conocimiento a través de la discografía de la práctica de diferentes conjuntos de música céltica, occitana y balcánica, marcaron el inicio de nuestro camino. Los discos de la colección Herrikoi Musika Sorta, de Herri Gogoa, canalizaron, igualmente, nuestra trayectoria. Eran tiempos de renacimiento político, lingüístico y cultural. Desde el principio, tuvimos la fortuna de conocer y seguir las pautas marcadas poco antes por el irrepetible  movimiento vanguardista Ez Dok Amairu, con la amistad y apoyo esenciales de José Ángel Irigaray y Benito Lertxundi.

Juan Antonio Urbeltz y Marian Arregi, almas del grupo Argia de San Sebastián, tuvieron un papel decisivo en el nacimiento y evolución de nuestro grupo y de todo Ortzadar. A ellos les debemos fundamentalmente el rigor en la investigación y recreación a partir de las fuentes y la visión de nuestra cultura incardinada en la tradición europea. Con sus ideas y experiencia fuimos integrando en nuestras propuestas sonoras diferentes instrumentos musicales, algunos de ellos entonces prácticamente olvidados o solo utilizados como solistas o como acompañamiento. Se trató de un hecho novedoso, casi diríamos que experimental, para la época. Modestamente, podemos afirmar que formamos parte de una vanguardia.

Por otro lado, como indica el título de nuestro primer disco, «Ekialdetik Kantuz eta Doinuz», tratamos de transmitir un paisaje sonoro sobre todo desde la parte central y oriental de nuestro país, un país pirenaico y estatalmente navarro; visión que aún hoy consideramos que sigue siendo necesario tener presente, frente a la parcial y estereotipada visión oficial de lo vasco. Nos gustaría resaltar lo político de nuestra actividad; político en sentido profundo, porque creíamos entonces y si cabe aún más ahora, que ir a las raíces de nuestra cultura, aprender y recrear a partir de ahí, es vital para la acción política y la preservación y evolución de la identidad propia.

La música es una fuente de emoción y también, en determinados contextos, de afirmación individual y colectiva. El pueblo vasco ha realizado con éxito la integración del bertsolarismo en el mundo urbano actual. Creemos que esto no ha ocurrido en la misma medida con la canción tradicional, frecuentemente olvidada en la creación poética y musical contemporáneas. Con nuestro trabajo quisimos contribuir a tejer una soka en el tiempo, que reactivara esa evolución truncada.

Entonces nos impulsó el entusiasmo de nuestra atrevida juventud y del amateurismo y fuimos deslumbrados por los «nuevos » sonidos que creamos. Ahora revisaríamos algunas de las canciones seleccionadas, pero las circunstancias y también el deseo de mostrar estos documentos sonoros tal y como fueron grabados, han hecho que hoy los editemos sin cambios.

En nuestro corazón están presentes todas las personas mencionadas en este texto y también muchas más cuyos nombres no han quedado aquí plasmados; amigos que nos convocaron y acogieron en sus localidades para cantar y que todavía hoy entonan las melodías y cantos de Ortzadar en sus celebraciones. Extendemos nuestro agradecimiento a la comisión organizadora del 50 aniversario y a Elkar, por la reedición de estos trabajos.

Ortzadar Kantari Taldea
Iruñea, primavera de 2024